En la primera partida cada uno habla de llaves, puertas y cerraduras en la historia del mundo, de las llaves metafóricas, de las simbólicas, de las llaves en el arte, en la literatura y la música. En la segunda partida disertan sobre los libros, hablan sobre un famoso libro que prohibía libros, los libros que nos aíslan del mundo y de los que pueden determinar la estructura psicológica de un individuo. También se refieren a la manera en que los libros se han transformado y a la existencia actual de libros digitales e interactivos.

En esta ocasión el primer tema de la partida es el círculo, que desde la prehistoria tiene relación con casi todo lo que hace funcionar al mundo. El círculo como representación o símbolo en el arte, en la filosofía, la historia y en la ciencia. En la segunda partida el tiempo es protagonista y la disertación se encamina hacia los artilugios que ha creado el hombre para medirlo. Desde los calendarios solares hasta los relojes modernos. Y también, cada uno de los Magister Ludi, habla del paso del tiempo y de cómo somos nosotros los que probablemente nos le acabamos al tiempo.

En la primera partida los Magister Ludi se refieren a la polémica discusión sobre la existencia o no del infierno y esto los lleva a disertar sobre algunas implicaciones teológicas. Mencionan algunas novelas gótica, las cárceles de invención y la obra de teatro El juicio Final. En la segunda partida abordan el tema de los laberintos desde la mitología griega hasta el teatro de Sor Juana Inés de la Cruz. Hablan el surrealismo de Leonora Carrington y Remedios Varo, los laberintos simbólicos en la literatura y en el cine contemporáneo de Guillermo del Toro; y, para terminar la partida, uno de ellos nos cuenta de los jardines con configuraciones laberínticas, su simbolismo y también del laberinto que todos llevamos en nuestra huella digital.

El azar lleva a los Magister Ludi a disertar sobre la ceguera, un tema recurrente en las manifestaciones artísticas a lo largo de la historia, el teatro, personajes, escritura, la pintura y la fotografía También. En la segunda partida de El juego de los abalorios , el tópico son precisamente los juegos. De nuevo los Magister hacen un recorrido por la historia para hablar de los juegos, los juguetes, la infancia, las habilidades y los juegos ligados al conocimiento, el arte y la literatura.

Los Magister Ludi hablan de Marte, el dios de la guerra, el planeta rojo y las referencias que encontramos sobre él en la astronomía, la literatura, el teatro, el cine y la música. Uno de ellos se refiere a la historia de los pigmentos relacionados con Marte y a la tesis del escritor de ciencia ficción Ray Bradbury. Al final de la partida también mencionan la obra de Teatro de Juan Villoro, “La desobediencia de Marte” y su relación con la historia de la astronomía. En la segunda partida de El juego de los abalorios, los Magister Ludi disertan sobre el 68, año emblemático en la historia moderna de México y el mundo: la expansión del pensamiento, la generación de los beats, el uso de psicotrópicos, la educación, como práctica de la libertad, las ideas y los textos fundamentales que surgieron entonces. También dedican un segmento a la Olimpiada Cultural que tuvo lugar en México mientras tomaba fuerza el Movimiento Estudiantil. Para concluir mencionan lo gratificante que puede ser danzar convertido en una luciérnaga.

Los Magister Ludi empiezan la disertación hablando de los dioses y las diosas. De los mitos griegos, de tragedias y venganzas y viajan al siglo XX para recordar a Sartre, a Nietzsche, la música de Richard Wagner y de la diosa que fue la coreógrafa alemana Pina Bausch, creadora de la danza-teatro. En algún momento, uno de ellos declara: “Cuando éramos más humanos éramos más divinos”. En la segunda partida de El juego de los abalorios, los Magister Ludi hablan de los autómatas y de los hombres que tuvieron que enfrentar a creaciones como Frankenstein. También se refieren al nihilismo y a hombres como Athanasius Kircher y sus inventos en el siglo XVII, a las leyendas nórdicas y alemanas que dieron origen a historias modernas y a escritores como Edgar Allan Poe. Una última partida con la promesa de retomar pronto El juego de los abalorios.