Sociedad
Oaxaca es uno de los estados donde la comida tradicional se mantiene profundamente viva en platillos y bebidas, como las tlayudas, el tejate, los moles, los chapulines y el mezcal. En este episodio haremos un recorrido por distintas regiones de este colorido estado, para conocer más sobre los alimentos, las bebidas y otros productos que se ofrecen en los mercados, y que sorprendieron a los españoles en el siglo XVI.
La comida tradicional michoacana hunde sus raíces profundas en el pasado, lo que la hace fuerte entre la gente de la región y también la mantiene viva, gracias sobre todo a extraordinarias cocineras, quienes en las riberas de sus lagos y en la meseta purépecha conservan sus tradiciones, además de que han rescatado recetas centenarias. En este episodio conoceremos a esas cocineras, sus cocinas y la variedad y el sentido que le dan a cada uno de sus platillos.
Como en todo México, la cocina tradicional en Tlaxcala se basa en el maíz, el chile, la calabaza, los nopales y el maguey, y ha encontrado la forma de permanecer y renovarse. Además, en este episodio conoceremos los alimentos de la cocina tradicional tlaxcalteca de origen prehispánico, entre los que se encuentran los insectos, el pulque, el mole, el pinole y el amaranto.
La cocina tradicional veracruzana conserva una gran influencia de la cocina española: recetas peninsulares que desembarcaron en Veracruz y se han ido transformado con el paso del tiempo, para incorporarse al recetario de su gastronomía tradicional. En este episodio recorreremos distintas regiones del estado para conocer la preparación de platillos a base de animales, y demás productos traídos por los españoles.
Puebla era paso obligado de las mercaderías europeas que desembarcaban en el puerto de Veracruz, así como de los productos asiáticos que llegaban a Acapulco procedentes de las Filipinas, a bordo de la Nao de China. Este intercambio comercial y cultural enriqueció el mestizaje, lo que floreció en la belleza de su arquitectura, de sus atuendos y, por supuesto, en la exquisitez de su cocina.
El estado de Hidalgo está conformado por diez regiones geográficas, y cada una de ellas, podría decirse, es dueña de una cocina tradicional, de formas de cocinar y de comer, que hunden sus raíces en el pasado. En este episodio conoceremos platillos preparados, en el Valle del Mezquital, a base de xoconostle, tlacuache y zorrillo.
La Ciudad de México es un crisol donde es posible encontrar todas las cocinas del mundo, y aún aquellos alimentos considerados exóticos. En este episodio haremos un recorrido por restaurantes, mercados y puestos de comida que nos muestran los múltiples olores, sabores y guisos que alberga esta urbe.
Guanajuato posee una rica tradición culinaria que forma parte de su historia y su cultura, hunde sus raíces en el pasado indígena y asimila las influencias del exterior para crear una cocina de gran arraigo popular, que es histórica y se mantiene viva y además ha aprendido a transformarse, sin dejar de ser tradicional.
En Yucatán existe una tradición viva en su arte culinario, por lo que en sus restaurantes, puestos callejeros, establecimientos en el mercado y en los paraderos al pie de la carretera, preparan sus platillos y los ofrecen orgullosos, sabedores de que representan sobre todo una forma de compartir y celebrar la vida.
La cocina tradicional de Sonora era hasta hace algún tiempo, muy poco considerada. Sin embargo los especialistas pusieron sus ojos en ella debido a la gran riqueza que posee, pues es fácil encontrar elaborados platillos tanto en el desierto como en el puerto, con ingredientes deliciosos y típicos de cada región.
Algunos estudiosos dicen que la cocina de Campeche tiene muchas similitudes con la gastronomía de la península de Yucatán y de manera especial, con los platillos de origen maya. Sin embargo el que San Francisco de Campeche fuera uno de los más importantes puertos del Golfo de México durante el virreinato, le dio a su cocina unas características muy especiales.
El estado de México es el hogar de cinco grupos indígenas considerados originarios: nahuas, tlahuicas, matlatzincas, mazahuas y otomíes, quienes dejaron su huella en la cocina tradicional mexiquense, la cual se caracteriza por su calidad y el exquisitos sabor de sus platillos.
La comida tradicional de Zacatecas fue en principio una combinación de las gastronomías indígena y española, quienes hicieron del maíz, el chile, los tamales, los frijoles y quelites sus principales alimentos. En el siglo XIX a esta mezcla se le agregó la cocina francesa, la cual introdujo al estado sus costumbres: ciruela pasa, almendra, vino, mantequilla, crema, piñón, pan, entre muchos otros ingredientes que han hecho de la gastronomía de Zacatecas una verdadera celebración para el paladar.