Eliminado a las puertas de la final de la Copa del Rey por el FC Barcelona, en octavos de Champions por el Real Madrid y casi sin opciones de ganar la Liga, el Atlético de Madrid de Diego Simeone ha dilapidado un torrente de ilusión en 25 días.

El fútbol va (muy) rápido, y los debates de diciembre no suelen parecerse a los de abril, cuando llega la hora de la verdad.

El conjunto 'colchonero', al que algunos expertos de la prensa madrileña veían hace apenas unas semanas como el equipo mejor armado para afrontar un calendario sobrecargado después de su provechoso 'mercato' (Julián Álvarez, Sorloth, Le Normand, Gallagher), apunta a un nuevo curso sin abrir su armario de trofeos.

Eliminado el miércoles por el FC Barcelona en Copa (4-4, 0-1), en los penales de octavos de Champions ante el Real Madrid y a nueve puntos del líder Barça en Liga, seis partidos en menos de un mes (cuatro derrotas) han llevado al Atlético del cielo al infierno.

Su caída en picado ha sido tanto más dura por cuanto eran elevadas las ambiciones en enero, cuando el equipo rojiblanco lideraba la tabla por delante de los dos 'gigantes' luego de 15 victorias seguidas, y acababa de sellar su pase directo a octavos de Champions.

El Atlético ocupa, según su entrenador, el lugar que le corresponde: muy cerca, pero al mismo tiempo muy lejos de poder rivalizar con Real Madrid y Barcelona, a los que los sorteos pusieron en su camino antes de lo deseado.

"No hay reproches, los futbolistas lo están dando absolutamente todo", declaró el miércoles el técnico argentino.

Lo cierto es que aquella fatídica eliminatoria ante el conjunto 'merengue' en Champions, con el penal anulado a Julián Álvarez, pudo haber significado un punto de inflexión en el devenir de la temporada 'colchonera'.

Y si ante el Real Madrid fueron los penales, solo un gol privó al Atlético de eliminar al Barça.

Pero Simeone no ha podido librarse de las críticas por su prudencia táctica y su cautela defensiva, juzgada excesiva, mientras que se le achaca falta de ambición en ataque.

"Si hubiésemos salido en el primer tiempo con la mentalidad del segundo, hubiese sido otra cosa", resumió el central uruguayo José María Giménez.

"Al final, para nosotros nunca nada fue fácil; intentaremos estar a la altura en los partidos que quedan de Liga", añadió.

A menudo el héroe de su equipo, del que es el máximo goleador de su historia con 197 goles, el delantero francés Antoine Griezmann no pudo rescatar a los suyos en esta ocasión.

'Grizou', cuyo futuro se presenta incierto, quizá dejó escapar la última oportunidad de salir del club de su vida por la puerta grande, con un título que diese más brillo a un palmarés como rojiblanco en el que sólo figuran una Copa del Rey y una Europa League como principales logros durante sus dos pasos por el club de la capital de España.

Preguntada por la AFP, una fuente en el seno del club se mostró pesimista sobre la posible renovación del campeón del mundo de 2018, cuyo nombre suena cada vez con más fuerza para unirse a Los Angeles y cumplir así su sueño americano.