Un abrigo desgastado, una mochila repleta de pastillas, y un bastón, es como viaja el señor Carlos Segura Martínez de 53 años quien emprendió el viaje hasta la ciudad de Jalisco para pedir a la Virgen de San Juan le ayude con su enfermedad, epilepsia, misma que necesita desaparezca para trabajar y sacar adelante a su madre quien vive con él.

“Pero más que nada por mi enfermedad” (...) “Ataques epilépticos, fue de que a mi papá le quiso pegar una embolia y de ahí me empezaron a pegar a mí”, dijo

El oriundo de San Felipe, Guanajuato, fue detectado con epilepsia hace cuatro años, lo que provocó que dejará su trabajo formal como albañil y tuviera que buscar otras alternativas de sobrevivencia como vender en las calles garapiñados y en otras ocasiones pedir un apoyo económico en las avenidas.

“Me voy caminando, si descanso en ratitos, pero luego le sigo, lo más complicado del camino es lo que viene siendo las Siete Lomas, y ya llegando a la carretera, pero lo difícil es de aquí es de las cruces a la Puerta del Llano”, comentó

Aunque sabe por experiencia que el camino no es nada fácil y mucho menos corto, el señor Carlos dijo estar convencido en llegar a su meta para también, agradecer a la virgen por lo bueno que ha recibido pues su madre está estable de salud, además de que visitar a la virgen cada año es una tradición familiar que no piensa dejar.

“Pos más que nada me da mucha alegría ir a San Juan de los Lagos” (...) “Pues creo en la Virgen de Guadalupe desde mis abuelos se podría decir”, explicó

La virgen de San Juan, es la segunda más visitada en México después de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac;​ y en la actualidad se informó que la concurrencia es de casi 10 millones de personas por año.