Con un recorrido por ocho mundos temáticos, la Feria de León celebra su 448 aniversario, un hito que se materializa en una festividad llena de historia, sabor y diversión. 

En el corazón de la fiesta, el Mundo Aventura te espera con los espectaculares juegos mecánicos: la rueda de la fortuna gira, junto al teleférico, ofreciendo vistas panorámicas de la ciudad, mientras la montaña rusa y el carrusel despiertan la alegría con su movimientos y música. 

Pero no todo es vértigo y altura; los frontones y juegos de canicas retoman la tradición de la destreza manual y la competencia para llevarte un peluche monkey o una alcancía de Shrek. 

En el Mundo del Sabor la gastronomía ofrece un viaje culinario por las garnachas típicas de estas celebraciones. Las gorditas tarascas, hechas con recetas transmitidas a través de generaciones, se presentan como una delicia rellena de sabor, ya sean de chicharrón prensado o de requesón. 

Asimismo, el pan de nata, también conocido como pan de feria, es una dulzura que envuelve la tradición familiar, mientras que los tacos al pastor son un espectáculo tanto para la vista como para el paladar, con su carne cortada directamente del trompo. 

Y para los amantes de lo picosito, no podrían faltar las ya icónicas guacamayas que combinan lo crujiente del duro de cerdo y su ya clásico pico de gallo o salsa bandera. 

Con la ciudad de León como telón de fondo, la Feria Estatal no es solo un espacio de entretenimiento, sino un punto de encuentro donde las familias viven y comparten.