Bajo un arduo sol y el eco de cumbias y carcajadas de fondo, el Parque se ha transformado, como cada Semana Santa, en la alberca de varias familias. Sin necesidad de albercas lujosas o salidas fuera de la ciudad, decenas de familias se encontraban en el “Parque Acuático Hidalgo”.

Desde temprano, el aroma a tortas de jamón y salsa casera invadió el ambiente a lado del pasto fresco que se convierte en un comedor, el chapoteadero en alberca y la fuente principal en el epicentro de la diversión.

Margarita Ángel Soto, ama de casa, llegó desde las once de la mañana acompañada de su cuñada y seis nietos. Entre risas y música a todo volumen compartió su alegría, “muy bien, muy a gusto, disfrutando con la familia en el chapoteadero, ya nos echamos unas tortas de jamón con aguacate y unos tacos dorados con salsa y a ver qué más se nos atraviesa por el camino”.

Y como tradición, la familia López Gómez, compuesta por 12 integrantes, sentados en círculo, entre chistes y vaciladas, comparten refresco y botanas “si dan chance de meter a los niños al chapoteadero, más a gusto, yo aquí me voy a echar una botana con salsa, una tortita y un buen refresco mientras los niños se divierten, yo voy a descansar” compartió Raúl López Gómez.

Ana Verónica Rodríguez, también ama de casa, es otra visitante constante, con siete nietos, sabe que no se necesita mucho para crear recuerdos memorables para ellos “nada más una botanita para que se distraigan un rato, les trajimos tortas, un meló para hacerles una frutita” platicó gustosa.

El agua salta, los niños gritan de emoción mientras los más grandes se la Semana Santa se vive con los pies mojados, el estómago contento y el corazón feliz.