Desde el 2022, las presas de la capital del estado registran un fenómeno característico del cambio climático y es que en este periodo el registro de lluvias es menor a lo comparado antes del 2019, cuando los niveles eran superiores al 60%, está cifra emitida por parte del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de la ciudad.

Los diferentes niveles de gobierno en su momento alarmaron sobre la situación, alertando que el 2023 sería un año con pocas lluvias y las consecuencias se reflejarían en 2024.

Recordar que desde abril del 2023, el presidente Municipal Alejandro Navarro externó su preocupación al tener un almacenamiento en las presas por debajo del 30% y afirmó que no se aplicará la fórmula del denominado “ tandeo”, aunque sí la apertura del programa “Acuífero 2050”.

Sin embargo, durante la primera semana de febrero con datos de SIMAPAG los cuerpos de agua más afectados son aquellos que colindan con el municipio de Dolores Hidalgo es decir: Presa de la Soledad con un volumen de 8%, Presa la Esperanza al 10% y Presa de Mata al 7%, está última tiene el nivel más bajo en todo el municipio.

De estas presas antes citadas se abastecen comunidades aledañas y por supuesto los capitalinos.

Caso contrario se encuentra la Presa Purísima y De la Olla, ambas se mantienen arriba del 40%, aunque el Atlas Nacional de Riesgos de la Secretaría de Gobernación reportan para las mismas zonas niveles entre el 8 y 1% ante ello, se pronostica que durante marzo al menos cuatro presas de la ciudad estarán secas.

Esta semana, al alcalde Alejandro Navarro informó que para mitigar el impacto del fenómeno se comenzará con la perforación de tres pozos y se espera que en marzo inicien dos más, ninguno en la zona norte.