Eligio su cumpleaños para anunciar al mundo su despedida del futbol, uno de los jugadores más infravalorados del futbol mexicano, respetado en su paso por las Águilas del América y por el Santos, siempre fue considerado en casa como uno de los mejores jugadores de la Liga MX, aunque pocas oportunidades, tuvo para demostrarlo a nivel de selección.

Fue su gran tarde ante los brasileños en el estadio de Wembley, la que lo elevó en un nivel legendario, porque México venció a Brasil, arrebatándole del cuello, el único honor internacional que le faltaba hasta ese momento, una medalla de oro, así, el Oribe de México, fue más que la naciente figura Neymar, que cuatro años después le daría la presea a su país.

 

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Con un historial que incluyó a Monarcas Morelia, Jaguares de Chiapas, El Club León en el Ascenso, además de Rayados y Monarcas, fue en la Laguna donde tuvo su mejor año, en 2011, marcando 10 anotaciones que le ayudaron a llevar a su equipo hasta la final, sin embargo, no fue suficiente y cayeron en la final ante los Tigres.

Un total de 176 anotaciones en la Liga MX, lo hacen uno de los mejores goleadores mexicanos, dos títulos de liga con las Águilas y dos más con Santos, además uno en el Ascenso con León, son un poco del palmarés que suma este jugador que terminó por ser uno de los jugadores que pedían a gritos sus llamados a la selección nacional, pero fue hasta que llegó a la madurez que consiguió llamar la atención, para después llegar a Chivas, donde solamente logró marcar un gol.

Al final, Oribe Peralta cierra un ciclo, pero siempre vivirá en la memoria olímpica como la gran figura en aquellos Olímpicos de Londres 2012.