El trabajo doméstico se colocó como uno de los 10 grupos de interés que históricamente han sido discriminados; tan solo en México, 9 de cada 100 mujeres mayores de 18 años realizan esta actividad como fuente principal de empleo.

Datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señalan que con corte a febrero del 2025, Guanajuato registró un total de 2 mil 129 mujeres inscritas donde los municipios con mayor concentración fueron: Guanajuato Capital con 762, León con 691, Irapuato 290, Salamanca con 215, y Celaya con 171.

Además señaló que en promedio una mujer gana $379.8 pesos; mientras que un hombre $498.2 pesos por día. 

Tal es el caso de la señora María Rosalinda Pérez de la colonia Cuestas del Rocío, quien tiene 10 años dedicada al trabajo doméstico que señaló, que nunca ha estado asegurada pese a tener el riesgo de sufrir algún accidente durante sus actividades.

“Pues yo nunca he trabajo con seguro social, siempre lo he pedido pero me han dicho que no tenemos derecho, lo único que me respetan son los días festivos (...) pero el seguro es lo más importante, como cuando nos enfermamos ni para las medicinas te ayudan. A mi me han tocado buenos patrones pero en verdad no te ayudan, tú no tienes derecho a enfermarse, nada más ellas”, comentó.

Por su parte, la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) en su último informe en 2022, señaló que el 48.4 por ciento del total de las mujeres encueradas declaro falta de prestaciones laborales como: seguro, aguinaldo, vacaciones pagadas, etc siendo el principal problema de las trabajadoras, mientras que el 29.9 por ciento declaró que viven malas condiciones de trabajo como horarios extensos y salarios muy bajos y el 20.2 por ciento denunció maltrato o abuso por parte de los empleadores.

Por su parte, la señora Martha Flores Ayala con 60 años de edad señaló que la necesidad económica y lo accesible que estar en un empleo “informal” ha sido el factor principal para mantenerse trabajando en casa, y aunque tampoco está asegurada señaló que por día gana $350.00 pesos lo cual le parece justo por las actividades que realiza.

“Sí, se me hace justo porque no esta muy grande además hago la limpieza del doctor y ya es otra cantidad, hago la limpieza como lavar, ropa, trastes y comida pero me dan un extra”.

Es importante conocer que el trabajo doméstico no remunerado y remunerado es central para la “sostenibilidad de la vida humana” y para el funcionamiento de los hogares, la economía y el conjunto de la sociedad.

Tradicionalmente ha recaído en manos de las mujeres, a quienes la sociedad responsabiliza de llevar adelante las tareas del hogar y el cuidado de todas las personas, relegando en muchos casos sus proyectos personales, entre ellos, la posibilidad de acceder al mercado laboral.