Es una serie dirigida por Rodrigo Castaño Valencia, y es ante todo un homenaje a los grandes artesanos de México. Documenta la elaboración de un objeto único y a la vez, da testimonio de la paciente y minuciosa labor de los talentosos maestros en distintas regiones del paí­s, pues ellos son herederos de técnicas ancestrales que se preservan con grandes esfuerzos a través de la práctica, la enseñanza y el perfeccionamiento constante.

Nos trasladamos a Salamanca, que se encuentra a una hora de la ciudad de Guanajuato y se destaca por la cerería. Ahí, varios talleres familiares continúan trabajando el legado que los padres agustinos trajeron en el siglo XVII. Ellos aportaron los primeros conocimientos de esta artesanía del Viejo Mundo: transportaron las abejas europeas, para obtener la cera y hacer las velas, además de los innumerables objetos escamados que hoy día no dejan de sorprendernos por su creatividad, trabajo y belleza. Don Marco Antonio Miranda es quien nos introduce en el mundo de la cerería.

Los tejedores de Teotitlán del Valle siguen una tradición que data de la época prehispánica. El paso del tiempo les trajo el telar de pedal que se ve ahora instalado en las viviendas de los artesanos para continuar su tradición. Inclusive, hoy día, todavía en algunos patios se trabaja en el telar de cintura.

En Metepec, municipio del estado de México en el Valle del Matlazinco, se concentra un talento ancestral de alfareros. Mucho antes de que llegaran los españoles, Metepec fue un cruce de caminos obligado en el que se daban cita comerciantes de todos los rincones de Mesoamérica. Acudían en plan de trueque y a intercambiar mercancías. Luego, los mercaderes proseguían el viaje, no sin antes haberse provisto de ollas y cazuelas de los mejores alfareros de la región. La familia Soteno nos comparte los secretos de la alfarería.

A diez minutos de Guanajuato se encuentra la Presa de la Olla, un sitio encantador, por su hermoso entorno. Esta presa tuvo su esplendor durante el Porfiriato, aquí, los mineros adinerados construyeron sus casas de recreo y dejaron un legado urbanístico muy sofisticado para la época y, por supuesto, aquí se preserva la tradición de la joyería barroca. Don Francisco García Guevara nos introduce en este mundo de esplendor.

Este programa es una muestra de cómo en Oaxaca, los artesanos textiles han sabido modernizarse e innovar constantemente, sin por ello perder la tradición. Basta mirar y disfrutar sus trabajos: diseños nuevos que aprovechan la lana sin olvidar las inspiraciones indígenas, creadas a partir de las ancestrales cenefas de las pirámides prehispánicas. El maestro Remigio Mestas nos abre el universo textil de Oaxaca.

Los árabes llegaron a España con la talavera y, a su vez, los peninsulares la introdujeron en la Nueva España. Al llegar, los evangelizadores aportaron el conocimiento de cómo obtener cerámica Mayólica, y enseñaron las fórmulas secretas a nuestros alfareros quienes, a su vez, ya eran diestros en el trabajo con barro desde tiempos prehispánicos. El encuentro de estos dos mundos enriqueció los talleres de Talavera de Puebla, Atlixco, Cholula y Tecali, donde surgieron nuevos y atractivos modelos.

A media hora de la ciudad de Querétaro, en el municipio de Pedro Escobedo, se encuentra Escolásticas, un pueblo de 2300 habitantes y formado por 575 hogares dedicados en su mayoría a la cantera. Los talleres al aire libre reciben a todos los visitantes con los trabajos de talla labrados por sus lugareños. Don Antonio Trenado Flores nos guía por este universo visual y táctil.

A 46 kilómetros de la ciudad de Puebla de los Ángeles, en el valle de Tepeaca, se encuentra el pueblo prehispánico de Tecali o "Casa de las piedras." Es una villa tranquila, y su centro está muy bien conservado. Desde antes de la Conquista, sus habitantes se dedican a la artesanía en piedras semipreciosas. Sobre sus calles rectas abundan los talleres de artesanos talladores de piedras. En las tiendas de Tecali, el ingenio de los trabajadores se ve reflejado en piezas insólitas que nos muestra Don Bernabé.