Su aventura comienza en el bosque, en un lugar oculto en lo profundo de la Sierra Gorda Queretana. El panorama se vuelve inimaginable, y el aprendizaje obtenido por parte de los guardianes del sitio es invaluable. El viaje continúa hacia el estado de Jalisco, en la exploración de un enigmático volcán, y culmina en el norte del país, en donde logra entrar no solo a la majestuosidad del espacio, sino también a la esencia de una las etnias más importantes de México, entendiendo su cosmovisión y formando parte de ella.

El desierto suele pensarse como una zona desolada e infértil. La visita de Claudia a cinco de los desiertos más impresionantes del país hace que esta concepción se desvanezca. Los habitantes del lugar están dispuestos a mostrar que el desierto es sinónimo de vida.

Poco más del cuatro por ciento de la extensión territorial del país está conformado por un ecosistema exuberante; un lugar que abastece a sus habitantes con una abundante riqueza de recursos. Claudia visita la selva húmeda mexicana de los estados de Campeche, Quintana Roo y San Luis Potosí. Cada uno de ellos le muestran escenarios fantásticos en los que converge una gran biodiversidad. ¿Qué están haciendo sus habitantes para retribuir las bondades de la naturaleza? Claudia está a punto de averiguarlo.

El hombre ha sido destinado a caminar sobre tierra. ¿Pero qué hay del mar? ¿Acaso la posibilidad de explorarlo no está a su alcance? El mundo marino es inmenso e increíblemente importante para la vida de quienes estamos fuera de él. Claudia visita las costas de México: Puerto de Veracruz, Puerto Morelos y Mahahual son los destinos en donde se adentrará en las actividades que ocurren en torno al ecosistema. El turismo, el buceo recreativo, la pesca comercial... ¿Cómo equilibrar todo con el cuidado de la zona? ¿Qué impacto tienen nuestras acciones sobre zonas que no vemos como los arrecifes?

Algunos de los lugares más impactantes del país forman parte de la conjugación de lo imponente de la selva y lo salvaje de la sequía. Así es la selva seca. Claudia toma camino hacia Chiapas. Paisajes majestuosos e imperdibles como el Cañón del Sumidero se revelan ante sus ojos. Los lugareños, orgullosos de su hogar, muestran a Claudia cómo es que el lugar sigue conservándose, a pesar de las recurrentes amenazas. Su travesía termina en Morelos; las sorpresas naturales parecen estar más cerca de las ciudades de lo que podría pensarse.

Claudia cierra su viaje con un ecosistema que combina la tierra con el agua: el manglar. La exploración de los ecosistemas de México culmina con la visita a los estados de Chiapas, Guerrero y Campeche. Los mangles se instalan como un microhábitat, en el que de raíz a copa se alojan distintas especies. Los sonidos de la zona se intensifican y sorprenden a Claudia con su encanto. En algunos lugares, el manglar ha ido perdiéndose, y los habitantes trabajan para rescatarlo. En otros, la necesidad ha orillado a la población a solo ver por su supervivencia. El cuestionamiento es: ¿serán las nuevas generaciones quienes salven al planeta?