En León existen varias colonias donde el arte y la fe se mezclan para expresar el cariño a la Virgen de Guadalupe.

Las calles de la Colonia Chapalita se transforman en un museo al aire libre gracias al talento y devoción de los vecinos que pintan murales de la guadalupana.

Hace 24 años, el señor Francisco Javier Flores reunió a un grupo de vecinos para pintar una imagen de aproximadamente 3 metros en el muro de la calle San Francisco del Rincón Sur y Michoacán.

“Estaba muy mala situación ahí en la pared. Pintaban grafitis y había un tiradero de vidrios y basura. Ya después nosotros empezamos a ver que se miraría mejor una imagen de la Virgen para que se mantuviera un poquito más limpio y aparte porque nosotros creemos en la virgen de Guadalupe”, relató.

A inicio de noviembre, el carpintero de 48 años, le da un retoque a la imagen con una brocha. Al pasar frente al mural, ofrece flores a la Virgencita y plática con ella.

“Le damos gracias por la vida y las fuerzas de poder seguir adelante, para poder retocarla, y le pedimos para que estemos bien con nuestras familias, más en estos días”, comentó Francisco.

Nueve días antes del 12 de diciembre, los vecinos se reúnen por las noches para rezar el rosario y pedir por sus seres queridos, como preparación para la gran fiesta.

La señora Juana Almaguer, de 83 años, indicó que la devoción a la Virgencita fue inculcada por su madre con quien meditaba la vida de Jesús al rezar el rosario.

“Desde chiquilla mi mamá nos enseñó mucho a rezarle diariamente el rosario. Yo veo que los muchachos se encargan de rezarle y también me uno a ellos. Esa es la devoción que tenemos de rezarle a ella”, explicó.

En sus oraciones, piden por el bienestar y las necesidades de hermanos, padres, jóvenes y vecinos con alguna enfermedad.

Otros de los murales de Chapalita se encuentra entre la calle Cuitzeo Sur y Yucatán, donde se puede apreciar a la ‘morenita’ junto al rostro de Erick, uno de los jóvenes de la colonia que falleció.

“Nunca tristes, siempre locos”, es la frase que acompaña una larga lista pintada en el grafiti con los nombres de más de 20 personas que descansan en paz.

Los murales son una piedad popular mexicana con la que las personas demuestran el afecto que le tienen a ‘Madre de Dios’ en su advocación de la Virgen de Guadalupe.